LA SUERTE SONRÍE A LOS NUEVOS Y VALIENTES EUROPEOS
Dicen que viajar amplía la mente. A pesar del viejo adagio nunca se es demasiado mayor para aprender, nunca más cierto que cuando los viajeros son jóvenes, y nunca, en este mundo cada vez más globalizado, ha sido más importante la movilidad.
En 1987, al poner en marcha el programa Erasmus, la Comisión Europea ya iba por delante. Erasmus ha proporcionado a más de dos millones de universitarios europeos y miles de profesores la oportunidad de estudiar y enseñar en el extranjero en máis de treinta países.
¡Estos periodos de estudio son cualquier cosa excepto unas vacaciones ampliadas! Para muchos jóvenes esta es la primera vez que afrontan vivir en el extranjero, mientras para otros significa abandonar el calor del hogar familiar por primera vez. Aunque la televisión e internet proporcionan mayor acceso a culturas y experiencias diferentes, vivir realmente en un país extraño y tener que adaptarse a una lengua y cultura diferentes y, en muchos casos, otro sistema educativo, puede resultar desalentador al llegar. ¡Incluso la comida y los horarios pueden ser un reto!
Pero los beneficios son numerosos y compensan ampliamente cualquier frustración y soledad iniciales. Los estudiantes que cuentan sus experiencias en el extranjero cuentan que han adquirido mayor independencia y confianza. Aprender a enfrentarse a situaciones y ambientes diferentes les ha facilitado adaptarse y aprovechar nuevas oportunidades. Algunos han escrito como los hábitos y encantos del país anfitrión se les han pegado, hasta el punto de que sienten que parte de ellos ha adquirido una nacionalidad que les era, antes de la visita, totalmente ajena. Han, si se prefiere, evolucionado hacia una nueva raza: los nuevos europeos.
Aventurarse a estudiar en el extranjero puede proporcionar ganancias más allá del desarrollo personal; las recompensas pueden ser muy tangibles. Los graduados que entran en el mercado laboral con frecuencia comprueban que los empleadores cada vez más perciben la estancia en el extranjero como un punto más a favor del currículo de cualquier candidato. En la actualidad, con economías tan estrechamente interelacionadas y la flexibilidad a la orden del día, las destrezas comunicativas y la capacidad de integrarse con rapidez son cualidades enormemente solicitadas. En consecuencia, cualquiera que pueda demostrar manejarse bien en otro país resulta automáticamente más atractivo para los empleadores que pretenden expandirse y consolidarse en nuevos mercados. Por lo que a ellos respecta, el mundo pertenece a los nuevos europeos.
Ningún comentario:
Publicar un comentario